viernes, 17 de agosto de 2007

12-08-07: Primera exploracion

Creo recordar que antes de acostarme puse el despertador del móvil a las 11 de la mañana (con la música de cuando al caballero de pegaso se le hinchan los webos y empiezan a llover hostias, que siempre motiva) con la idea de levantarme, desayunar un poco de agua (porque otra cosa no hay) , darme una ducha con el triste mini-bote de gel arcaico que encontré en algún rincón olvidado de mi casa antes de partir (y que me ahorro un montón de problemas de espacio) y tirar a recepción a pagar el deposito de 2500 kroner (coronas noruegas), la almohada, el cobertor dichoso y el primer mes con la tarjeta o preguntar donde encontrar un banco en caso de que no se pudiera usar ahí como me paso en el aeropuerto.

Naturalmente, me levante a las 11 y media aproximadamente e hice mas o menos todo eso.

Cuando llegué a la puerta de recepción, la puerta aun estaba cerrada, así que me senté en unas mesas que hay enfrente junto con unos cuantos chavales con maletones que evidentemente habían llegado ese mismo día y no tenían llave.

Cuando abrieron por fin la puerta me sentí un poco culpable, porque al tener yo solamente una pequeña bolsa de mano pude adelantarlos a prácticamente todos y colarme rápidamente dentro para sacar numero, pero bueno, aquí es la ley del mas fuerte o del que menos peso lleve.

Al entrar no pude evitar fijarme en unos sofás de cuero rodeando una mesita a modo de zona de espera.

No es que la decoración me llame mucho la atención, mas bien es que sobre la mesa había un par de cuencos, uno lleno de cacahuetes y otro con unas cuantas patatas fritas (como medio cuenco). Pensando que podría ser del personal de recepción y teniendo en cuenta que iba a ser de los primeros en ser atendido, no le preste mas atención.

Cuando tras unos segundos apareció mi numero en uno de los mostradores, me dirigí allí a encararme con un señor de aspecto hindú y hacerle la prueba del algodón a la tarjeta de crédito.

Este hombre me explico que realmente lo único que se pagaba en recepción ese día era el deposito, la mensualidad y el tema de la almohada y el cobertor irían en la factura que me llegaría a mediados de mes.

Intente explicarle de paso que iba a tener que marcharme el día 25 de agosto y que si las mensualidades me llegan a mediados de mes iba a llegar tarde para pagarla. Me dijo que no me preocupara, pero no estoy muy seguro de que entendiera lo que quería decir (tendré que trabajar un poco mas en este aspecto).

Tras contarle mis problemas del día anterior con las tarjetas de crédito, probé a pagar con la visa sin suerte alguna. Deducción rápida: mis buenos amigos los de la general no me la activaron cuando me hicieron el paripé grandísimo de darme la clave sin hacerme firmar los términos del contrato.

Segunda oportunidad, pruebo con la tarjeta universitaria de toda la vida. Misterios de la ciencia, aquí si funciona. 2500 kroner para Fantoft (al cambio… unos 312 euros). Lo bueno que tiene es que si funciona aquí, la tarjeta funciona en mas sitios.

Sintiéndome optimista, le pregunto al recepcionista donde encontrar un banco cerca de aquí. Me dice que si salgo del recinto de Fantoft y sigo el camino por la derecha recto, tras dos rotondas encontrare un banco, el Fana Starre Bank.

Hora de explorar Bergen por fin.

Cojo un par de patatas para tener algo que llevarme a la boca y salgo de allí en dirección a la entrada del recinto como hice la noche anterior con los chavales de Ghana.

Esta vez sigo y tomo el camino de la derecha, reconociendo indicaciones que me dio Anna, la chica polaca, y asumiendo que tardaría 15 minutos en llegar, tal como me dijo el tipo de recepción, me tomo mi tiempo para admirar los hermosos paisajes de Bergen, llenos de agua y vegetación.

El camino que sigo va junto a una carretera, separado hábilmente con una especie de bordillo tamaño familiar que deja bastante claro cual es el camino a seguir y da un poco mas de seguridad aparente, sobre todo para los ciclistas que por ahí transitan y que por algún casual podrían desviarse a la vía.

El tiempo no esta tan despejado como se podria desear, pero al menos no llueve, y el chaquetoncillo que me he afincado llega a dar calor en algún que otro momento. Las casas suelen estar bastante separadas unas de otras por naturaleza, aunque no ves vallas separadoras que digan “este trozo de bosque es mío”, lo cual da una sensación de integración con la naturaleza muy agradable.

Por el camino puedes encontrar parejas, ciclistas, matrimonios con hijos, ancianos con mas costumbre de caminar que uno mismo y otros estudiantes fácilmente identificables por las llaves que nos dieron a todos en recepción (o en mi caso en la habitación de José Fonseca Hidalgo), ya que vienen con una especie de collar de estos para no perder el móvil, y la gente en cuanto tiene un collar ya se sabe. Yo, por no parecer un guiri en noruega, acabe echando la llave en un bolsillo de la chaqueta.

Cuando llegué a la segunda rotonda me encontré que tenia que escoger entre derecha e izquierda, una de las clásicas decisiones que hacen que uno se pierda siempre.

Tomando la derecha, por eso de que parecía que el desvío era menor y a mi me habían dicho que siguiera recto, llegue después de un rato a una especie de centro comercial. Cerrado, por supuesto. Era domingo al fin y al cabo, pero al lado de la entrada pude ver una pequeña sucursal del SpareBankenVest.

Evidentemente, si tiene “Bank” en mitad, tiene que ser un banco.

Fácil.

Me acerco y gracias a dios el inglés no es tan diferente (a veces) del noruego, por lo que encuentro un cajero y me dispongo a sacar dinero.

O eso creía.

La pantallita que puedo ver en el monitor del cajero es sospechosamente parecida a la que tenia el del aeropuerto, pero por otra parte este cajero si indica claramente que admite tarjetas Maestro, Cirrus, Euro6000, EufiServ y otras tantas que no conozco.

¿Funcionará esta vez, o será como en el aeropuerto?

Piensa mal y acertaras.

Este cajero me hizo la misma jugada que el anterior, solo que esta vez dándome falsas esperanzas.

Solo le faltaba al cajero señalarme y reírse.

2 comentarios:

tresky dijo...

XDDDD

Tus aventuras causan sensación a cuantas personas leen este blog.

Ánimo chiquito,
dicen que lo peor es la primera semana.

1 besico

Jonatan-Norway dijo...

cuando vaya por la segunda ya te cuento ^^U gracias por los animos, a ver como me las apaño para llevar este ritmo de escritura, porque encontrar el tiempo para escribir todo esto con la de cosas que tengo que hacer aki... tela! de todas formas, asi me ahorro tener que explicar mil veces estas historias por ahi :P

PD: gracias por ayudarme a montar el blog! ^____^